La Capilla de Santa Catalina es una pequeña y sencilla construcción en piedra de una única nave con planta rectangular en la que destaca sobre todo la espadaña que se eleva sobre la iglesia, adornada con dos pináculos y rematada en cruz.

La fachada principal está adornada también con dos pináculos, uno a cada lado. En la fachada posterior aparece adosada la sacristía que también es de planta rectangular.

La Capilla de Santa Catalina honra a la patrona de la villa de Portonovo por la que los marineros sienten gran devoción y a la que se le dedican una fiesta en el mes de noviembre celebrándose en su honor una procesión marítima. La Capilla está además muy vinculada al resto de las fiestas de Portonovo sobre todo a las fiestas del Patrón, San Roque.

Antiguamente el Campo de San Roque era abierto al mar y se dice que hasta el siglo XIX había en él una batería de cañones para defender la entrada de la Ría. Ya que Portonovo fue usado como puerto de refugio por barcos corsarios en los siglos XVII y XVIII. Estos cañones defensivos se encuentran actualmente enterrados en la base de la Lonja vieja.