La Tienda Museo La Toja Manantiales se ubica en lo que en su día fue la antigua fábrica de jabones La Toja. En sus instalaciones podemos descubrir los orígenes y evolución de esta conocida marca de productos por medio de paneles explicativos y diferentes productos expuestos.
UN POCO DE HISTORIA
El jabón La Toja fue uno de los más famosos del territorio nacional. Comenzó a comercializarse en 1905 de la mano de la Sociedad Anónima La Toja, pero lo que poca gente conoce es que su nacimiento fue fruto de la casualidad. La Sociedad pensó hacer unos jabones de reclamo publicitario, como otros objetos que comercializaban exportando la marca La Toja y, como tales, no constituían en sí una base de negocio. Al contrario, serían un gasto más, como los almanaques, cuadernos de notas, ceniceros, cortaplumas…
Dado que no se ganaba nada con su venta, se fabricaron unos jabones con los productos más puros y más caros, saturándolos de las sales minerales. Le pusieron a cada pastilla de jabón toda la sal que podía contener, y eso dio como resultado que los enfermos de la piel que los usaban curasen. Ya no hizo falta más.
La demanda creció, y en el año 1934 se llevó a cabo la primera ampliación de la fábrica, seguida de otras sucesivas. Debido a las nuevas demandas del mercado nacional e internacional, forzaron los límites de producción de la histórica fábrica, y así, ante las limitaciones físicas de la isla, construyeron en el año 1965 una segunda factoría en A Coruña —situada en A Ponte da Pasaxe—, dependiente de la fábrica matriz de la isla. La trasladarán en 1980 a Culleredo, para cerrarla en el año 2007. Hoy en día, los jabones de A Toxa se fabrican fuera de Galicia, pero continúan viniendo tráilers para llevar el agua a los nuevos centros de producción.
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